Una lápida en La Avanzada del castillo de San Sebastián recuerda que la construcción de la batería defensiva comenzó en 1860. Para ver este recuerdo y la parte más lejana del castillo es necesario aprovechar una buena marea baja y andar un largo trecho sobre las rocas calzado con unos gargajillos. La excursión merece la pena.